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sábado, 26 de abril de 2025

El Gobierno de Adán y Eva en la Tierra

El Gobierno de Adán y Eva en la Tierra

Hoy analizamos las maravillas de la Sagrada Escritura. En esta lección sobre el gobierno divino, descubriremos cómo el Creador y Todopoderoso Dios, estableció en su voluntad, un propósito glorioso para la humanidad en este planeta.
¿Están listos para sumergirse en esta verdad que transforma corazones? ¡Acompáñenme!

 El Origen del Universo y la Creación de la Tierra
Imagina un instante: el Todopoderoso, que es Espíritu lleno de energía pura, decide dar vida al universo. Estrellas, galaxias, sistemas solares… una inmensidad que desafía nuestra comprensión. Los científicos, como hormigas ante un bosque infinito, intentan descifrar este misterio. Algunos incluso sugieren que podrían existir múltiples universos. Pero en medio de esta vastedad, el Padre Celestial fijó su mirada en un pequeño punto: nuestro planeta, llamado en hebreo Erets (Tierra).

¿Por qué este lugar? Porque YaHWeH no actúa al azar. Todo en el universo se rige por leyes: leyes físicas que sostienen las galaxias, leyes morales que guían la ética y leyes espirituales que dan orden al cosmos. Sin leyes, no hay armonía. Y en este planeta, el Dios Altísimo no solo creó un hogar, sino que estableció un sistema de gobierno. ¿Quieres saber cómo? Sigamos adelante.

 El Gobierno de Adán y Eva
En Génesis 1:26-28, leemos un pasaje poderoso:  
> Entonces dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y que gobierne sobre los peces del mar, las aves del cielo, el ganado y todo animal que se arrastra sobre la tierra.” Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: “Fructifiquen y multiplíquense; llenen la tierra y gobiérnenla.”

Aquí está la clave: Adán y Eva, creados a imagen del tribunal celestial, no fueron solo seres humanos. Fueron designados como los gobernantes de este planeta. El término “hombre” (Adám en hebreo) es genérico e incluye tanto al varón como a la hembra. Ambos, hombre y mujer, fueron coronados con la autoridad para dominar la Tierra, cuidarla y llenarla de vida. ¡Qué privilegio! YaHWeH Dios es el Creador y dueño del universo, delegó este mundo a la humanidad como sus mayordomos.

Pero, ¿qué significa ser creados “a imagen de YaHWeH Dios”? No sólo se trata o refiere a un parecido físico, sino que también alude a cualidades espirituales y mentales: la capacidad de crear, decidir, amar y gobernar con justicia. Adán y Eva fueron hechos soberanos, dueños de este planeta, con la misión de administrarlo según el plan deidifico.

 La Corona de la Creación
Algunos dicen que el hombre es la corona de la creación. Pero, hermanos, dejemos esto claro: la mujer también lo es. Génesis nos muestra que el varón fue creado primero, pero la mujer, formada del cuerpo de Adán, completa la obra maestra del Creador. Juntos, hombre y mujer, reflejan la imagen divina. Como dice el Salmo 8:4-6:  
> ¿Qué es el hombre para que lo recuerdes, o el hijo del hombre para que lo cuides? Lo hiciste poco menor que los ángeles, lo coronaste de gloria y honra, y lo hiciste señor de las obras de tus manos. Todo lo pusiste bajo sus pies.

El ser humano, varón y hembra, es el amo de este planeta. Todo —los peces, las aves, los animales— fue puesto bajo su autoridad. Este mundo es nuestro, hermanos, y con ese privilegio viene la responsabilidad de cuidarlo, no de destruirlo. No contaminemos los ríos, no ensuciemos la Tierra. Somos mayordomos de esta creación.

 La Caída y el Propósito Redentor
Lamentablemente, la historia no termina ahí. Adán y Eva, al ceder a la tentación, cayeron bajo el dominio de Satanás. Como dice 2 Pedro 2:19, el que es vencido por alguno queda esclavo de quien lo venció. Al pecar, la humanidad perdió el control de este mundo, y Satanás se convirtió en “el dios de este siglo” (2 Corintios 4:4), influenciando a millones hacia la corrupción.

Pero el Dios Todopoderoso no abandonó su plan. Desde la fundación del mundo, Él preparó un reino para la humanidad (Mateo 25:34). Abraham, por ejemplo, no esperaba ir al cielo, sino una ciudad con fundamentos, diseñada por YaHWeH (Hebreos 11:9-10). Y en Apocalipsis 21, vemos esa ciudad, la Nueva Jerusalem, descendiendo a una Tierra renovada, donde el trono de YaHWeH y del Cordero estará entre nosotros.

 La Tierra: Nuestra Herencia Eterna
La Escritura es clara: nuestro destino no es el cielo, sino esta Tierra restaurada y renovada. Salmo 37:29 lo confirma: Los justos heredarán la tierra y vivirán para siempre en ella. No hay fronteras nacionales ni castas en el reino de YaHWeH. Como dice Hechos 17:26-27, Él creó a todas las naciones de un solo hombre (Adán) para que habiten la Tierra y busquen al Dios creador y Todopoderoso.

Incluso las razas, con sus colores y características únicas, son parte del plan y voluntad de YaHWeH Dios. Desde Noé y sus hijos —Cam, Sem y Jafet— surgieron las diversas etnias, cada una reflejando la creatividad de YaHWeH. Todos venimos de Adán y Eva, y en sus genes estaba la capacidad de producir esta hermosa diversidad.

 El Mesías: El Rey que Restaura
El Salmo 2:6-7 declara: He puesto a mi rey sobre Sion, mi santo monte. Publicaré el decreto: YaHWeH me dijo: “Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy.” Este rey es Yahoshúa, el Ungido, el Hijo de YaHWeH, enviado para redimir lo que el primer Adán perdió. Él no es el Padre Celestial, como algunos erróneamente creen, sino el Hijo, designado para gobernar con justicia.

Cuando regrese, Yahoshúa establecerá su reino en esta Tierra, eliminando la corrupción y el pecado. Como dice Salmo 45:6, Tu trono, oh poderoso, es eterno; cetro de justicia es el cetro de tu reino. Él rescatará a la humanidad del dominio de Satanás y restaurará el gobierno celestial.

 Nuestra Respuesta: Honrar al Hijo
Hermanos, el Salmo 2:11-12 nos llama a actuar: Sirvan a YaHWeH con reverencia y alégrense con respeto. Honren al Hijo para que no se enoje. Servimos y adoramos al Padre, pero honramos al Hijo como nuestro rey. Yahoshúa mismo dijo en Juan 5:23: El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió. Y en Juan 14:6, afirmó: Nadie viene al Padre sino por mí.

No hay salvación en ningún otro. Ni en pastores, ni en sacerdotes, ni en ninguna autoridad humana. Solo en Yahoshúa, el Mesías, encontramos redención. Él nos invita: Al que a mí viene, no lo echo fuera (Juan 6:37). ¿Aceptarás esa invitación hoy?

 Conclusión: Un Llamado a la Esperanza
Queridos hermanos, este planeta es nuestro hogar, creado para que lo habitemos eternamente bajo el gobierno del Mesías. La Biblia nos revela la verdadera historia de la humanidad: un plan de amor, redención y restauración. No vamos al cielo; el cielo vendrá a nosotros en una Tierra renovada, donde viviremos para siempre con YaHWeH y el Cordero.

Te invito a reflexionar: ¿Estás honrando al Hijo? ¿Estás cuidando esta Tierra que nos fue confiada? 



Gracia y Paz hermanos y amigos Santos, Bendiciones de lo Alto ..

viernes, 21 de marzo de 2025

El Dios de Jesús [Yahoshúa]




El Dios de Jesús [Yahoshúa]


La figura del Nazareno fue reinterpretada muchos años después de su muerte, y estas interpretaciones fuera de la cultura Israelita afectaron significativamente cómo los cristianos del segundo, tercer y cuarto siglo leyeron e interpretaron los escritos que hoy llamamos Nuevo Testamento.

Muchas de esas ediciones no se alineaban con las tradiciones del pueblo de Israel, instruidas por el Todopoderoso, sino que reflejaban comentarios e interpretaciones de copistas basados en consideraciones teológicas. Esto comprometió, en cierta medida, la credibilidad de la teología del Nuevo Testamento. Mientras el mensaje de Yahoshúa permaneció dentro del círculo apostólico y las fronteras geográficas y teológicas de Israel, conservó su esencia original. Pero, al desaparecer este círculo protector con la muerte de los apóstoles, se perdió la cosmovisión judía original del Mesías. El lenguaje y los conceptos cambiaron, dando lugar a una teología no hebrea, ajena al pensamiento de Yahoshúa. Como resultado, surgió un “Jesús religioso” malinterpretado: Dios de Dios, y con los años, la teología de la Trinidad, tres deidades en una, tres personas divinas consustanciales pero independientes.

Este pensamiento evolucionó aún más: si Jesús es Dios, entonces María, su madre, dio a luz a Dios y es la “Madre de Dios”. Esto es como una paradoja temporal que desafía la lógica:
¿Cómo podría María, un ser humano creado, engendrar a un Dios preexistente, Ilimitado, Omnipresente, Todopoderoso e Inmutable? 
Pero el razonamiento no se detuvo ahí. Si es la Madre de Dios, podría ser corredentora; si es corredentora, debió ser preservada del pecado original, siendo inmaculada; si es inmaculada, ascendió al cielo en cuerpo y alma; si está en el cielo, puede interceder por los pecadores; y si intercede, merece culto, con rezos, procesiones y peticiones, como los paganos hacían con sus dioses. Esto elimina al único mediador entre Dios y los hombres (1Timoteo 2:5). 
El pensamiento continuó: se edificó la adoración a María, la beatificación de santos, el santoral y la costumbre de nombrar a los niños según el santo del día de nacimiento. Así nació una religión imponente apartada de sus raíces hebreas y del pueblo de Israel, respaldada por un imperio que absorbía ritos paganos de otras culturas y se incorpora en el catolicismo romano y su religión.

La divinidad de Yahoshúa no proviene del judaísmo; es un desarrollo cultural, político y teológico que tomó siglos. Surgió de debates internos, primero en el judaísmo y luego en un cristianismo separado de su raíz judía, en medio de persecuciones externas cuando aún competía con las religiones oficiales del Imperio Romano. Este proceso incluyó sectas, ediciones, interpolaciones, adiciones y sustracciones hasta que se fijó un canon. La secta de la religión apóstata más fuerte obtuvo el apoyo del emperador, quien legalizó esta rama mayoritaria en el Concilio de Nicea (325 d.C.), convirtiéndola en la religión oficial del Imperio. Esta ortodoxia cristiana se impuso, declarando herejes a quienes discrepaban, dando forma al cristianismo actual.

Pero, que una secta ganara no significa que el Nuevo Testamento sea un invento. Aunque hubo interpolaciones, los copistas respetaron la tradición: los textos, considerados normativos y leídos cada domingo, se copiaban con extremo cuidado, con un 95-99% de fidelidad. Cambiarlos significativamente tras Nicea habría provocado rechazo, pues llevaban fijados universalmente desde 150 años antes. Los evangelios, escritos 40-50 años después de Yahoshúa por discípulos y Pablo, ya reinterpretaron al Jesús histórico como una mezcla del Mesías terreno y el Ungido celestial exaltado. Esta divinización, atribuida al Jesús terreno, no refleja su vida real.

Esto plantea preguntas serias:
¿Representa la secta religiosa ganadora en Nicea la enseñanza genuina de Yahoshúa y los apóstoles, o es una versión gentilizada? 
¿Las sectas perdedoras en Nicea reflejaban mejor su mensaje?
¿Existió una rama cristiana fiel a sus enseñanzas antes de Nicea?
¿Es el cristianismo lo único que queda de Yahoshúa?
Gamaliel, rabino en su época, dijo: 
“Dejad a estos hombres; si es de Dios, permanecerá; si no, se desvanecerá. Pero si es de Dios, os hallaréis luchando contra Él” (Hechos 5:38-39). 
Entonces:
¿Qué quedó de Yahoshúa y sus discípulos judíos?
¿Qué pasó con los judíos que creyeron en él como Mesías?
¿El Nuevo Testamento es la única fuente para conocerlo, o hay evidencias ocultas dentro o fuera que nos hagan repensar su vida y mensaje?

Para responder, consideremos la divinidad de Yahoshúa. 
¿Surgió gradualmente en luchas sectarias, o abruptamente como revelación?
¿Fue un proceso intelectual no judío cristalizado en Nicea en 325, o una interpretación errónea de fuentes hebreas?
¿Se equivocaron judíos o cristianos, con el Ungido, y cuáles de todas las sectas?
La Trinidad, producto de 300 años de reflexión cristiana, no existía en los primeros cristianos ni en el judaísmo de Yahoshúa. Nicea buscó explicar cómo Yahoshúa fue hecho Dios, no cómo Dios se hizo Yahoshúa. La encarnación de dioses es ajena al judaísmo, propio del paganismo.

Para entender cómo se interpretó a Yahoshúa siglos después, debemos conocer su contexto social, cultural, religioso y político, dentro y fuera de Israel. Yahoshúa entendía a YaHWeH Dios como uno y único: 
“Escucha, Israel: el Señor Soberano nuestro Dios es el único Señor” (Marcos 12:29, citando Deuteronomio 6:4). 
Dios es la causa de todo, sin poderes independientes: 
“No cae un gorrión sin Su permiso” (Mateo 10:29). 
Isaías 46:8-10 dice: “Acordaos de esto: Yo soy Dios, no hay otro; declaro el fin desde el principio”.
Para Yahoshúa, no hay espacio para otra divinidad única, menos para tres. Cuando lo llamaron “maestro bueno”, respondió: 
“¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo Dios” (Marcos 10:18), rechazando equipararse al único Dios.

En el judaísmo del Segundo Templo (siglo VI a.C. - 70 d.C.), donde Yahoshúa vivió, Elohim (אֱלֹהִים) no implica pluralidad numérica, sino de atributos: poder, justicia, dominio. Génesis 1:1 dice: “Bereshit bara Elohim” (“En el principio creó Elohim”), con verbo en singular (bara), indicando un solo Dios. El plural “hagamos” (Génesis 1:26) es de majestad, no de personas; el Targum arameo lo atribuye a Dios hablando a ángeles. Elohim también se aplica a ángeles o jueces (Éxodo 21:6; Salmo 8:5), pero el contexto define su sentido. Yahoshúa fue formado en esta teología: Dios es único, eterno, increado. La Trinidad (1+1+1=1) contradice esto, siendo irracional frente a la Instrucción [Torá] y los profetas.

Sin esta base, el cristianismo gentil y helenista malinterpretó a Yahoshúa, influido por el paganismo y el judaísmo griego. En el próximo capítulo exploraremos cómo sus palabras (ej. “El que me ha visto ha visto al Padre”, Juan 14:9) fueron tergiversadas sin este contexto hebreo.

Probables eisegesis de la religión apóstata:
- Trinidad como no judía: 
Ignora que algunos ven raíces en Juan 1:1 o Isaías 9:6, aunque Yahoshúa no la enseñó explícitamente.
- María como no divina: 
Su rol evolucionó, pero “Madre de Dios” (Theotokos) se basa en la cristología de Nicea, inspirada por el paganismo.
- Elohim como no numérico:
Correcto en general, pero algunos teólogos judíos exploran pluralidad metafísica en la Qabbalah.




Gracia y Paz hermanos y amigos Santos, Bendiciones de lo Alto ..